El Feriado Bancario en Ecuador

En marzo de 1999 Ecuador vivió una de las mayores crisis a causa del "feriado bancario" que obligo a la migración de millones de ecuatorianos.

Artículo de Opinión

La mayor crisis económica, financiera y social del Ecuador de las últimas décadas inició un 8 de marzo de 1999 cuando el gobierno del entonces presidente Jamil Mahuad (1998-2000) decretó el congelamiento de los depósitos de miles de clientes de entidades financieras que más tarde desaparecieron.

La crisis bancaria del Ecuador se hizo evidente el 8 de marzo de 1999 cuando se declaró “feriado bancario” por un día, que finalmente duró 5, tiempo en el que todas las transacciones bancarias estaban suspendidas.

Mientras tanto, Mahuad decretó el “congelamiento de depósitos” por un año. A pesar de que estas medidas económicas tenían la finalidad de salvar a la banca, no hubo ningún resultado positivo y el Estado asumió los costos. “Las consecuencias fueron terribles: inflación, devaluación, recesión, quiebra de empresas, desempleo, mayor pobreza e indigencia, muertes, suicidios y la mayor ola migratoria de la historia del país. Las pérdidas económicas ascendieron a 8.000 millones de dólares y las pérdidas sociales fueron mayores

El gobierno anunció el feriado bancario que inicialmente debía durar 24 horas pero que se extendió al punto de que los ecuatorianos tuvieron congelados sus ahorros con consecuencias que permanecen hasta la actualidad.

El régimen congeló 1.840 millones del sistema bancario privado; 681,1 millones de la banca offshore y alrededor de 145 millones de sociedades financieras, cooperativas y mutualistas. En ese momento, el Estado intervino 33 entidades financieras, entre ellas grandes bancos como el Popular, La Previsora y Pacífico, entre otros.

Pero años antes la situación financiera del país ya venía deteriorándose. Gigantes del mercado como Filanbanco y Banco del Progreso entraron en crisis, cerrando más tarde, principalmente debido a malos manejos y a créditos vinculados a empresas de los mismos grupos. Miles de clientes reclamaban sus depósitos en medio de una agitación social nunca antes vista.

EL FERIADO BANCARIO EN CIFRAS

En ese momento la inflación llegó hasta el 60%, el desempleo se ubicó en 14,7%, la depreciación del sucre aumentó un 190%. Se produjo una fuga neta de capitales de 422 millones de dólares en 1998 y de 891 millones en 1999, según datos oficiales mientras que millones de ecuatorianos migraban golpeados por los efectos económicos, otros, incluso, se suicidaban al ver todos sus ahorros perdidos.

El feriado bancario fue “un fenómeno generado por un grupo económico reducido que se benefició a costa de la mayoría de ecuatorianos”, según explica en sus antecedentes una ley aprobada en febrero del año pasado que busca cerrar definitivamente con ese capítulo 21 años después.

Los efectos del feriado bancario se vieron reflejados en la reducción del poder adquisitivo de las familias con el sucre, la moneda nacional que desapareció poco después para ser reemplazada por el dólar con un cambio de un dólar por 25.000 sucres.

Además, unos 17 bancos fueron cerrados por malos manejos, créditos vinculados y otras irregularidades. El Estado salió a su rescate con un “salvataje” que se hizo con bonos AGD por unos 1.400 millones que luego los bancos no pagaron.

Los clientes de las entidades bancarias perdieron su dinero, otros vieron sus deudas crecer al punto de ser impagables y muy pocos de los responsables de esa crisis pagaron sus acciones. Por ejemplo, 18 años después, los dueños del Filanbanco, William y Roberto Isaías, prófugos en Estados Unidos, no han podido ser extraditados a pesar de que fueron condenados a ocho años de prisión por peculado.

El feriado bancario también marcó lo que vendría después: una migración nunca antes vista. Más de dos millones de ecuatorianos se vieron obligados a salir hacia Estados Unidos y España.

Tras el congelamiento de depósitos, en enero de 2000, se decretaría la dolarización de la economía.

Durante el gobierno de Jamil Mahuad ocuparon el puesto de Ministro de Economía Fidel Jaramillo, Ana Lucía Armijos, Alfredo Arizaga y Jorge Guzmán. Además, el cargo de Super Ministro de Economía y Energía fue ocupado por Guillermo Lasso.

Fuente: Andes

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