RECETA: Aros de cebolla crujientes

RECETA: Aros de cebolla crujientes

Los aros de cebolla crujientes son una de las comidas fritas que más encantan a los más pequeños (y también a muchos de los no tan pequeños, entre los que me incluyo) y que se suele servir en los propios establecimientos de comida rápida. Así que aquí aprenderemos a hacerlos caseros, siempre serán mejores que en cualquier lugar de comida rápida.

INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS:

  • 2 cebollas medianas
  • 250g de harina
  • Unos 300ml de cerveza
  • una cucharadita de pimentón dulce
  • 1 cucharada de levadura química, tipo Royal
  • pan rallado
  • Sal
  • Aceite de oliva

COMO HACER AROS DE CEBOLLA:

 1.- Pelamos la cebolla y quitamos la primera capa que, es un poco durita. La cortamos en rodajas finas, de abajo a arriba de la cebolla y de 1cm de grosor, para que queden en forma de aro.

2.- Después, separamos con los dedos las diferentes capas de la cebolla para conseguir los aritos.

3. – Metemos los aros de cebolla en agua fría durante unos 30 minutos. Desechamos aquellas partes que no hayan conservado su forma redonda o que sean demasiado pequeñas para hacer aros de cebolla con ellas (En la cocina, nunca tiramos nada. Estos restos sirven para otra elaboración).

4. – En un bol amplio mezclamos la harina, una cucharada de levadura química, la cerveza bien fría u otra bebida carbonatada, como gaseosa o sifón, una cucharadita de sal, otra de pimentón y mezclamos todo bien con un tenedor hasta que quede una especie de crema, sin grumos. Tiene que quedar con cierto espesor pero más bien líquido.

5.- Escurrimos los aros de cebolla del agua, les echamos una pizquita de sal y las metemos en la mezcla, asegurándonos de que se impregnen bien de ella. Cogemos ahora nuestros aros de cebolla, les retiramos el exceso de masa y los pasamos por pan rallado. Reservamos en un plato y seguimos haciendo más aros de cebolla, hasta acabar con todos.

6.- freímos los aros de cebolla a fuego fuerte en abundante aceite de oliva. Pasados unos 30 segundos, los retiramos, dejando que reposen sobre una rejilla para escurrir el exceso de aceite sin que se ablanden. Así quedarán crujientes. ¡Y ya tienes tu plato casero, típico de restaurante de comida rápida hecho!

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